Un divorcio entre los 40 y los 50 años puede llegar en el peor momento posible pues se está en una fase de cambio vital.
Algunas personas sienten que entre los 40 y los 50 años no son ni jóvenes ni mayores, siendo una etapa en la que se siente que no se encaja con ciertos roles que socialmente se etiquetan con unas determinadas edades.
¿Cuál es la solución? Dejar de etiquetar, dejar de encajonar edades y estilos de vida, estados civiles y decisiones.
Actualmente separarse a los 40 es perfectamente normal, sin que una persona que se esté separando después de la cuarentena pueda verse como un \»bicho raro\».
Anteriormente separarse a los 50 no era muy habitual, pero actualmente es algo perfectamente habitual y que no desentona socialmente. Una vez superado el tradicional tabú del divorcio, ya no hay edad para el divorcio, tampoco para comenzar una bonita pareja ni tampoco incluso nuevos matrimonios después de los 50.
El divorcio entre los 40 y 50 años suele coincidir con el fin de diferentes procesos vitales de las familias:
- Tener a los hijos aún demasiado pequeños, sentir que no es el momento por ser demasiado pequeños.
- No tener pagada la hipoteca y tener una situación financiera que aún no está consolidada. En España se han constituido hipotecas de hasta 42 años, lo cual es un verdadero disparate financiero para las familias.
De entre otros consejos podemos decirle que:
El divorcio entre los 40 y 50 años se puede concebir como que no encaja con el momento adecuado, pero tal vez debes de replantear si va a existir un momento adecuado o de qué depende. Desde nuestro punto de vista no es la edad lo que determina que la decisión de separarse o divorciarse sea la adecuada.
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